¿Deben existir límites en una relación?

Límites: deben y tiene que haberlos.

Los límites, a pesar de que pueda parecer algo que sea negativo o extremista, tienen que estar. Estos límites hacen referencia a aquello que no pasaríamos por nada en el mundo. Ejemplo: una infidelidad, que nuestra pareja no quisiera tener hijos/as o casarse, o incluso que no sea pet friendly. Si estos son nuestros límites, debemos y tenemos que tenerlos claros, escritos y aferrados.

En la teoría es muy fácil. Ahora en la práctica llegamos incluso a justificar por qué una persona se comporta así, o autoengañarnos con que esa opinión, actitud o conducta cambiará algún día. La cosa se complica desde el primer momento en que ocurre y lo dejamos pasar.

Cuando permitimos traspasar la línea de nuestros límites lo que nos ocurre es que nos somos infieles a nosotrxs mismxs. Empezamos a vivir en una relación en la que poco a poco vamos dejando de ser. Nos vamos apagando. Y en el plano emocional nos vamos encontrando cada vez peor por dentro.

Es en estos momentos cuando nos encontramos ante la vulnerabilidad de convertir una relación en tóxica o dependiente. También nos exponemos a perdernos a nosotrxs mismxs.

O incluso a hacer que el amor muera porque quizá dejemos de querernos a nostrxs mismxs. Y es que al igual que cuando te propones ir a correr y luego no lo hacer y al final acabas evitando correr por el malestar que te genera y la culpabilidad que llevas cargando en tu mochila por no haber cumplido, en una relación pasa lo mismo.

En resumen: cuando más conscientes de nuestros límites seamos y más los apliquemos, mejores relaciones construiremos.

 

Patricia Flor

Psicóloga Jurídica y Mediadora Familiar Col. CV14213

Centro de Psicología y Mediación Familiar Patricia Flor

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