La generación de adultos/as que les gustan los videojuegos

¿Qué tiene de malo, si dicen que hay estudios que aseguran que las personas adultas son más felices si juegan a videojuegos?

¿Beneficios? Varios. Como por ejemplo, que pueda ser una forma de evadirnos, como quien ve una serie o película, como quien lee. Otro beneficio es que incluso puedan conocer a personas que tengan gustos o preferencias parecidos, o amplíen su círculo social porque puedan jugar conjuntamente con otras personas. Es una forma de pasar el tiempo con amigos o familia.

Es posible que al final llegue a la conclusión de que se trata del mero hecho de cómo se exponga, se hable, y lo más importante: se negocie. ¿Negociar el tiempo libre? Sí y no. Sí porque evidentemente se va a emplear ese tiempo a videojuegos cuando se tenga tiempo libre, entendiendo este cuando se realizan las tareas de las casa o no se tengan otro planes, ¿cierto? Pues no. No siempre es tan cierto.

Claro, aquí estoy exponiéndolo desde el punto de vista de que, en una pareja, una de las partes accede y le gusta jugar, y la otra no es partidaria de ello, por tanto, una situación polarizada (extremos), que suelen ser las más conflictivas. Ante todo, la flexibilidad y ese punto de negociación es primordial. Una negociación con la que se llegue a un acuerdo en el que se beneficien ambas partes. Y creedme, es posible.

 

Patricia Flor

Psicóloga Jurídica y Mediadora Familiar Col. CV14213

Centro de Psicología y Mediación Familiar Patricia Flor