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¿Son los cambios iguales para todxs? La base del control emocional


¿Las emociones pueden controlarse o solo gestionarse?

Cuando hablo de emociones, en la mayoría de las ocasiones expreso que, según la teoría de la que partamos, hablaremos de un número de emociones básicas u otro, expondremos una explicación neurobiológica, ambiental o “nurturiana” u otra… Así que, voy a intentar recoger las que para mí son las de referencia.

En este caso, parto de las teorías emocionales cuya base reside en el temperamento como pilar de la personalidad. Estos autores que defienden el temperamento, refieren a que los bebés saben mostrar más emociones negativas que positivas en la infancia. Así pues, también añaden que el valor de esto es para mejorar el desarrollo de sus habilidades de regulación y co-regulación. Es bien sabido o conocido el término de “niñxs dicíciles”; en ocasiones es usado sin conocer bien el por qué. Por adentrarnos un poco más en ese término, hay estudios que demuestran que existe una base genética o un componente genético básico, por el cual cada persona tiene su propia capacidad de autoregulación emocional. Ahora bien, su desarrollo va a depender de los aprendizajes y las experiencias que viva, y es por ello tan fundamental que los padres y las madres tengamos una óptima capacidad para autoregular y gestionar sus propias emociones, de tal forma que sean los y las mejores modelos para su hijx.

Resulta evidente indicar que tanto para un/a bebé como un menor a lo largo de su infancia temprana, depende también de su cuidado/a principal para ayudar en la regulación emocional.

Cada etapa del desarrollo también implica per sé una o unas estrategias de regulación emocional u otras. Así pues, cuando se es bebé es fácil usar estrategias de autodistracción para cambiar su foco de atención y por ende su emoción. A partir del año de vida no solo se necesita un distractor sino que el soporte verbal del cuidador o cuidadora resultan fundamentales. En edades preescolares ya se empieza a usar estrategias de control cognitivo por ellxs mismxs, como pudiera ser pensar en otra cosa para no llorar, dado que comienzan a ser conscientes de lo que las personas de su alrededor puedan interpretar o comprender su emoción. A partir de la adolescencia no es encuentran diferencias entre las estrategias que se usan en la edad adulta.

 

Patricia Flor

Psicóloga Jurídica y Mediadora Familiar Col. CV14213

Centro de Psicología y Mediación Familiar Patricia Flor

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