¿Es mejor hacer deporte cuando estamos relajadxs o activadxs?
La relajación o la activación, o mejor dicho, el equilibrio entre ambas. Así estaría la clave. Pero, ¿por qué y cómo saber cuál es tu nivel de activación óptima para rendir mejor?
La motivación aquí jugaría un importante papel, porque nos puede sobre activar. Y ahí es donde vamos. Activación en psicología se suele denominar arousal. Este arousal aumenta en base a la situación o suceso placentero con el que nos estemos enfrentando, pero también ante un miedo o peligro. Nuestro nivel de actividad, activación o arousal puede varias dependiendo de las diferencias individuales de cada persona, la demanda de la tarea, etc, y podemos detectarla gracias a la activación de nuestra frecuencia cardíaca, tensión muscular, etc.
A medida que el arousal aumenta, se produce un incremento en la eficacia de la ejecución; a medida que el arousal sigue en aumento hasta un estado de alta excitación, se produce un decremento en la eficacia de la ejecución (Teoría de la U invertida). Es por ello que para determinar ese equilibrio debemos conocernos.
Algunas pautas generales incluyen el hecho de que cuanto mejor conozcamos la tarea, mejor sabremos el tipo de activación que necesitamos. Para tareas que requieren de fuerza, velocidad y resistencia, necesitaremos altos niveles de activación; en cambio, las tareas que requieren de precisión y coordinación muscular, necesitan niveles bajos de activación. Por ejemplo, el nivel de activación óptimo incrementaría según los siguientes deportes: bolos, tenis, fútbol, correr y natación, levantamiento de pesos.
Ahora bien, ¿qué hacemos si nuestra activación es mayor que la requerida o necesaria? Alguna pautas serían:
- Relajación
- Respiración
- Imaginación
- Técnicas psicofisiológicas para lograr el incremento de la tensión muscular
¿Cuál es vuestra opción?
Patricia Flor
Psicóloga Jurídica y Mediadora Familiar Col. CV14213
Centro de Psicología y Mediación Familiar Patricia Flor
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