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¿Podemos controlar las emociones que sentimos?


Las personas sentimos emociones basadas en reacciones a estímulos externos o tal vez recuerdos que procesamos a nivel cerebral.

Al igual que ocurre en el amor, cualquier otra emoción básica tiene su origen en nuestro precioso cerebro. La parte cerebral encargada principalmente de las emociones es el conocido sistema límbico, que se corresponde con la parte más primitiva de nuestro cerebro. En él, una de las estructuras más relevantes es la amígdala. Inicialmente se creía que la amígdala solamente se activaba para procesar emociones negativas, sin embargo se ha comprobado que no es así, y que la parte amigdalar se activa para dar significado a esos estímulos que recibe el cerebro. Además de dar significado a los estímulos, otras partes del sistema límbico también se ocupan de generar recuerdos o activar y regular la respuesta fisiológica que damos a ese estímulo y emoción.

A la pregunta inicial: no, no podemos controlar las emociones que sentimos pero lo que sí podemos hacer es regular las emociones.

Son varias las estructuras que regulan la emoción, o que nos ayudan a regularla. Sin embargo debemos tener una cosa en mente: la amígdala se activa cuando nos sentimos atacados/as, cuando detecta un peligro. Si esto ocurre, y la amígdala digamos que se “sobre activa”, puede desencadenar a lo que se llama el “secuestro emocional”. Esto ocurre cuando “se nos va de las manos” la situación, y entonces nos inunda una espiral de emociones destructivas que nos llevan a hacer y decir cosas de las que después nos podemos arrepentir. Esto ocurre porque, al igual que cuando sentimos emociones positivas se desactivan las estructuras relacionadas con reacciones defensivas, estrés y juicios, cuando sentimos peligro en la situación se activan los circuitos de emergencia que impiden el funcionamiento de nuestro cerebro encargado de reflexionar y evaluar de forma racional.

Teniendo esto en cuenta, saber que sí, las emociones pueden regularse, pero que cuando la amígdala es la que toma el control, nos volvemos más instinctivos/as.

 

Patricia Flor

Psicóloga Jurídica y Mediadora Familiar Col. CV14213

Centro de Psicología y Mediación Familiar Patricia Flor

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